Gestión del estrés

Desde la gran variedad de actividades de Team Building y actividades de empresa que proponemos a nuestros clientes en Madrid y Barcelona, hay una serie de beneficios implícitos en todas ellas, como por ejemplo que son perfectas para la gestión del estrés.

Tal y como relata Mario Alonso Puig en su libro «Vivir es un asunto urgente», el estrés es consustancial a la vida. Por tanto, eliminarlo lleva antes o después a suprimir la vida. La clave no es eliminar el estrés, sino gestionarlo adecuadamente, conocer su naturaleza, sus causas, sus orígenes y aquellas consecuencias que se derivan de no lograrlo. Es lo que se conoce como gestión del estrés. Y eso se aprende de una forma experiencial en una jornada de Team Building.

Al comenzar una actividad, frente al desafío, estamos bajo los efectos del estrés positivo o eustrés. Nuestra sangre tiene una poderosa mezcla de hormonas, entre ellas la adrenalina y la noradrenalina, que mantienen nuestro interés y nuestra sensación de vitalidad y que nos invitan a la acción. También irrumpe la dopamina, la cual nos da la capacidad de enfocarnos y de evitar distracciones, a la vez que nos proporciona una sensación de placer. Junto a éstas, también nos encontramos con la serotonina, una hormona que afecta mucho a los estados de ánimo. Nos da una gran sensación de confianza, que nos ayuda a sentirnos tranquilos en medio del desafío, con la clara convicción de que podremos superarlo. Pero ante las adversidades que planteamos, junto con la premura para superarlas, o debido a la duración de la actividad, surge otra forma de estrés, el negativo o distrés. Nuestra sangre ha visto desaparecer la mayor parte de la adrenalina, de la noradrenalina, y sobre todo de la dopamina y de la serotonina, y se ha llenado de cortisol. Por eso, nos sentimos agotados, empezamos a irritarnos y a perder concentración y memoria. Emociones negativas como el miedo y la desesperanza sustituyen a la confianza y a la ilusión.

Actividades de Team Building que te pueden ayudar en la gestión del estrés

Nuestra actividad de Team Building La Bomba es ideal para aprender a gestionar el estrés. Es una actividad en la que un comando terrorista irrumpe en la sala y coloca una bomba con una cuenta atrás. Los participantes deberán superar una serie de retos para conseguir el código que desactiva la bomba. Una actividad de team building fabulosa e ideal para trabajar la gestión del estrés de una forma vivencial.

Las reacciones de distrés no aparecen sólo cuando no nos recuperamos de un periodo de estrés mantenido. También se producen cuando hemos aprendido a sentirnos incapaces de hacer frente a los desafíos e incertidumbre, como los que a veces planteamos en nuestras jornadas. En este caso, es nuestra forma de pensar, esta incapacidad aprendida es la que genera unos cambios físicos y mentales tan importantes y tan profundamente limitantes. Cuando nos sintamos imposibilitados para resolver algo porque nos vemos a nosotros mismos en el interior del túnel, debemos empezar por acostumbrarnos a reflexionar, a pensar que no es que no exista la salida o la solución, sino que mientras no cambiemos de estado mental, sencillamente, no la encontraremos.

Cuando nos vemos a nosotros mismos metidos en ese túnel sin salida, es importante tener en cuenta que esta circunstancia no la causa la falta de recursos importantes, como la inteligencia, la memoria o la imaginación. El causante de esta situación lo encontramos en lo que se denomina un estado mental limitante.

En el distrés se produce una alteración muy importante del riego sanguíneo en el cerebro. Este cambio hace que alguna de sus partes, en concreto los lóbulos prefontales, reciban menos sangre. La falta de riego hace que las neuronas reciban menos oxígeno y también menos glucosa, con lo cual baja su metabolismo y se empobrece su función. Los lóbulos prefontales son esenciales en los procesos de razonamiento y atención, así como para imaginar el futuro y la toma de decisiones. La memoria empieza a atraer únicamente aquellos registros negativos que se encuentran almacenados en ella. Esto hace que comencemos a recordar sólo los episodios negativos de nuestro pasado, lo que nos lleva a un estado de desesperanza y de depresión.

Cuando uno se siente capaz de hacer frente a un desafío, cualquiera que sea, su organismo empieza a generar unas sustancias llamadas neuróptidos, que no sólo son potentes analgésicos, sino que además esos mismos neuróptidos tienen la capacidad de anular la reacción de distrés. Por eso es fundamental que cuanto más distresada se encuentra una persona y mayor sea el nivel de incertidumbre, lejos de caer en el pánico y en la negatividad, se auto convenza y transmita a los demás que es capaz de superarlo y resolverlo, que existe una salida. En general tendemos a adoptar actitudes pesimistas y de desaliento cuando el caminar se hace difícil. Es importante que seamos conscientes de que la actitud más inteligente, es justo la contraria.

Resumen:

  • Ante los desafíos y las incertidumbres es importante recordar que en nuestro interior tenemos muchos más recursos de los que pensamos. Ello nos dará la confianza para avanzar con ánimo y con inteligencia. Sólo así descubriremos las oportunidades y reconoceremos las posibles amenazas antes de que se conviertan en inminentes peligros.
  • Cuando llevemos más de 60 minutos en eustrés, recordemos que el organismo va a necesitar un periodo de recuperación, para evitar caer en el temido distrés o estrés negativo.